Una noche especial...

Llegue al lugar pactado... impaciente en la vereda del frente espere entre cigarros y miradas que llegara mi acompañante... de pronto, y un poco avanzada la noche, empiezan a deambular con coloridos “negros” uno a uno como abejas al panal, se empiezan a agrupar en masas indistinguibles a la distancia (son todos iguales.. blanquitos y vestidos de negro). con bolsitos de escolar colgando de sus cuerpos..
Yo obviamente vestido de negro para la ocasión y tratar de no mostrar notoriedad..
Por fin llega mi acompañante, la saludo.. la miro, pienso, y en un acto de cobardía interior le indico la posibilidad de ir a otro local.. ella me mira.. desisto, en su mirada noto sus pensamientos, trato de evitar el tema de conversación, le tomo la mano y me encamino hacia la entrada, me tira del brazo me mira, sonrío y en un tono firme, pero poco convincente le digo.. “vamos!”, ella sonríe, gesticula con su cabeza, mientras su pelo recorre de lado a lado su cara... “estas seguro ?” me señala, me acerco acaricio su mejilla, vuelvo a sonreír y tirando de su mano nos encaminamos a la entrada
Las advertencias hacia mi estilo de baile y la posibilidad que personas de mi mismo sexo se acerquen en forma provocativa, me hace reflexionar sobre la posibilidad de fingir alguna colitis fulminante o alguna lesión en algunas de mis piernas lo que me impediría mostrar mis dotes, pero al oír esa frase.. “Yo te defiendo” saliendo de su sonrisa, me indica que esta noche será mas larga de lo que esperaba y recién son las 00:40.
En la fila, para comprar las entradas, vuelvo en mi al ver que hay personas con ropas de distintos colores, es más.. una que otra mujer con cara y cuerpo mas que agradable, pero con un tono de voz digno de los “martes de merino”, en fin, no todo puede ser perfecto, de pronto una mujer en la fila, sonríe y balbucea algo que no logro comprender, pero debe haber sido algo bueno, dado que luego me sonríe y me guiña el ojo, sin el respeto debido a mi compañera, le sonrío, vuelvo la mirada a mi compañera.. y la abrazo mientras vuelvo a dirigir mi mirada a la mujer de la fila, señalando que esta noche no estoy solo y hay alguien que me defenderá por mi estilo de baile.
Avanzo en la fila y un señor con una radio en mano (parece CNI) me dice “tienes flyer ?”, no le digo “yo no fumo de eso”, sonríe como queriendo humillarme y me dice “entonces entrada completa”, me acerco a la ventanilla, pensado que todo el mundo esta pasado de copas a esa hora.
Estamos dispuestos a entrar, cuando otro señor (serán agentes de la CNI, me pregunte cada vez que vi a uno), me revisa y disimuladamente toca mi cuerpo, una y otra vez, veo que su actuar es inseguro, por que lo hace mas de una vez, lo miro.. me sonríe.. y a mi se me acaban las ganas de sonreírles a todos
Logramos entrar, nos entregan nuestras lindas “chapitas” inservibles, pero que al reflejo de la luz se iluminan, y nos hace más familiares y tontamente identificados con lo demás asistentes, puede ser un punto a favor.. o en contra.. veremos que sucede..
Bajamos las escaleras y nos dirigimos a las pistas de baile, llegamos a una pista pequeña, la gente en ella la mayoría adulta joven, nuestro paso fugaz hace que mi primera impresión no sea tan extendida, llegamos a la gran pista, con forma de cine de los años 80 (REX o SANTA LUCIA CINERAMA), y se escucha el especial de fondo, nos sentamos en una de las orillas, mientras mi compañera se estira, cierra los ojos y se deja llevar por la música, en mi mente, viejos recuerdo de aquellos cines, y mis películas preferidas, de pronto en un cubo un par de estos seres empiezan a contornear sus cuerpos de forma graciosa para mi, aunque nadie los mira, nadie los aplaude, estos mártires compatriotas danzantes, hacen todo lo posible por captar la atención o atraer a su victima de esa noche
Volvemos a la pista más pequeña y empezamos a bailar, yo como recién calentado motores, empiezo por mis pasos “rony dance”, para soltar un poco mi rigidez muscular, y entrar en el ritmo frenético, nos miramos mutuamente y sonreímos (yo con aun el miedo de no sonreír mucho por culpa del señor de la puerta, así que solo esbozo una sonrisa), sigue nuestro baile y detrás de mí hay un cuerpo extraño moviéndose en dirección a mí, como tratando de visualizar combino mis seductores pasos de bailes para verificar, mientras rogué que fuera una modelo desconocida, que se colgara de mi fama y quisiera casarse y tener hijos, decaigo en depresión al ver una barba, poca, pero barba al fin, vuelvo a girar y con otro tipo de pasos de baile llevo a mi compañera por lo menos 2 metros mas al costado izquierdo de donde estábamos, ella me mira y me dice.. “ te soltaras el pelo esta noche?”, la miro y le digo “veo que mis pasos te enloquecen...”
Un par de horas después y con mi camisa casi con varios botones menos por culpa de la obsesiva manía de mi compañera de desbrocharla (como que yo fuera superhombre y no me cagara de frío), me tomo el pelo, abrocho un poco mi camisa y nos dirigimos a un bar, dentro del mismo lugar, nos sentamos a beber, mientras de fondo se escuchan los Beatles, ella se acerca y me empieza a comentar varias cosas, que no logro entender pues mi atención esta en la música y en recordar a otra persona con nombre de canción...
Nos dirigimos nuevamente a la pista esta vez, yo me siento en el costado mientras ella mueve en forma sensual sus caderas al ritmo de la música, de todas formas mi mirada se desvía hacia una mujer baja, de pelo largo hasta la cintura, dorado como rayos de sol cayendo en el piso, con un vestido blanco largo, un chaleco (delgado me imagino) corto que solo cubre sus hombros, Janis Joplin aparece por mi mente sin querer, a la distancia y con pasos menos sensuales me atrapa la mirada, me sonríe, gira, continua con sus paso y vuelve a girar a mirarme, busco a su alrededor alguna compañía, estaré soñando, esta sola completamente, me sonríe y me busca con su mirada, ágilmente cambio de posición cada 5 minutos, y sigue buscándome con la mirada, empiezo a tomar el valor suficiente para dirigirme a bailar, pero tengo a mi compañera de esa noche bailando cerca de mí.
Arriesgo todo, me pongo de pie, mi musa a la distancia me ve, sonríe, y gira bailando, yo le digo a mi compañera la excusa antigua del baño y me dirijo en dirección a mí victima, sorpresa para mí al ver que ella viene en dirección a mí, giro veo a mi compañera, vuelvo a girar, mi musa a poco metros, mientras con su mirada en la mía se acerca cada vez mas, yo tiemblo por dentro, mientras empiezo a moverme al ritmo de la música, ella al caminar empieza a contornearse siguiendo mi ritmo, cada vez mas cerca, me sonríe, pasa su brazo por mi cuello acerca sus rojos labios al oído y con sensual voz me dice.. “preséntame a tu amiga”...